01 de gener, 2007

Una escuela en Mali

Todas, absolutamente todas las gentes de cualquier rincón del planeta que hemos tenido la suerte de visitar, egoístamente nos han aportado algo... o mejor dicho, mucho. Nuestro mal llamado primer mundo lo valoramos de muy distinta manera después de volver de uno de estos viajes. Bien es cierto que una vez allí añoras el “pa amb tomàquet”... pero una vez aquí añoras, entre muchas cosas, las sonrisas de los niños. Aquellos de vosotros que han tenido la gran suerte de ver la eterna sonrisa de un niño africano, que en su pobreza no tiene otra riqueza, más que esta... su sonrisa, difícilmente la ha olvidado.

Podríamos ahora enumerar centenares de anécdotas, en las cuales hemos recibido la ayuda desinteresada de sus pobladores, o hemos compartido sus mínimos alimentos a cambio de sencillamente nuestra compañía, desgraciadamente es mas fácil morirse en el centro de una plaza de una gran ciudad occidental ante la indiferencia de los transeúntes, que en el medio de la sabana africana del mal llamado tercer mundo, allí siempre alguien nos echará una mano.

Después de todos estos años de recibir su desinteresada hospitalidad, creemos que ha llegado el momento de ayudar en la medida de lo posible a que una parte de estos niños sean escolarizados con unos mínimos. Somos de los que pensamos que África la han de levantar las propias generaciones de autóctonos, hemos de darles los medios para que exploten sus propios recursos, a espaldas de las aportaciones gubernamentales y algunas organizaciones que dan pero no enseñan, y cuando no tienen el que dar... todo se desmorona otra vez.

Los niños de los poblados situados a centenares de kilómetros de núcleos urbanos, en el mejor de los casos tienen un profesor para cada cien o doscientos niños de todas las edades, sin apenas material escolar, máxime con una pizarra, uno o dos libros de texto para todos, algún cuadernillo, y poco mas... y sin edificios, imparten las clases sentados en un polvoriento descampado.


Esto lo habéis visto muchos de vosotros viajando por Camerún, Níger, Etiopía, Burkina, Senegal, Malí, Nigeria, Sudan, y un largísimo etc...

Nuestro proyecto es el siguiente: CONSTRUIR ESCUELAS Y EQUIPARLAS

Cada escuela se compondrá de dos o tres aulas para impartir los primeros seis cursos - que es para lo que están preparados los profesores contratados - posteriormente los niños han de desplazarse a las ciudades para continuar los estudios. Serán escuelas previstas para un soporte total de entre 100 y 200 niños repartidos en dos turnos de mañana y tarde.

Aproximadamente en octubre, que es cuando han acabado la cosecha (si la hay) y termina la época de lluvias con agua suficiente para hacer adobe, vamos a construir la primera escuela en Malí, posiblemente en Fetendoti, de vosotros depende podamos seguir construyendo más.

Queda bien entendido que todas las aportaciones recaudadas irán íntegramente a la financiación del proyecto, todos los gastos de desplazamientos siempre correrán a cargo de cada colaborador.